El polen es un producto natural clave en el proceso de reproducción de las plantas, es un polvo fino amarillo o anaranjado que se produce en las flores y que las abejas recogen entre sus patas. Desde el antiguo Egipto y la antigua Grecia se conoce el polen como un complemento alimenticio.
Anteriormente se le conocía como pan de abejas y era un producto muy recomendado por sus grandes propiedades beneficiosas. (Acosta, 2021)
Debidos a los innumerables beneficios que aporta el polen, te vamos a mencionar algunos de ellos:
• Es un suplemento vitamínico natural con efectos energizantes. Mantiene la tensión arterial estable y elimina la fatiga (no añade calorías extras).
• Regula los procesos digestivos gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
• Tienen funciones dermatológicas que permiten hacer de él un cosmético natural perfecto.
• El polen es capaz de producir fosfatos orgánicos, al igual que la miel, regulando y manteniendo el riego coronario.
• Ayuda a combatir enfermedades como la diabetes o la hipertensión.
• Adicionalmente, su consumo regular fortalece el sistema inmune, ayudándonos a luchar contra cualquier enfermedad de manera efectiva. (Trujillo, 2021)